La Roca
Ni cinco minutos. Cuando han sido debidamente elegidos, es costumbre conceder a los líderes de todo el mundo -Papas anteriores incluidos- un periodo 'de gracia' antes de que empiecen los tiros. Pero a Benedicto XVI la prensa laicista y los verdaderos poderes de este mundo le tenían ganas desde hace tiempo y se han despachado a gusto. Al nuevo Papa le han llamado de todo menos bonito aun antes de que abriera la boca. Y no saben lo que me ha tranqulizado leer tanta crítica unánime.
Yo, la verdad, de vaticanólogo tengo poco, me pierdo fácilmente en los arcanos de la Curia, no tenía quinielas y todos esos análisis ideológicos, el obsesivo etiquetaje maniqueo de conservadores y progresistas, me suenan a chino. No es que los Papas no tengan derecho a sus opiniones políticas, entiéndanme, pero éstas tienen tanta trascendencia para su papel de sucesor de Pedro como ser del Barça o del Atleti. ¿Qué peso ha tenido en la doctrina, en el Magisterio, el que tal Papa fuera o no partidario del rey francés o del emperador alemán?
No es difícil, es imposible, explicar coherentemente una realidad en la que no se cree. Si Cristo no ha resucitado o si la Iglesia Católica no es la Iglesia de Cristo, entonces, apaga y vámonos. Pero si Pedro es la roca sobre la que Cristo ha edificado su Iglesia, todos estos comentarios al uso, por sesudos que suenen, no valen más que las palabras de un ciego haciendo crítica de pintura, y en cien o doscientos años resultarán incomprensibles incluso para los no creyentes.
Leyendo, primero, las recientes homilías de Joseph Ratzinger, hoy ya Benedicto XVI, y luego las glosas que de ellas se hacen en los medios, uno se pregunta si tenemos todos delante los mismos textos. El ahora Papa habla constante, machaconamente del mensaje de Cristo, del encuentro con Cristo, volviendo constantemente al punto central de nuestra historia, de la Historia. Y los medios fuerzan el sentido de alguna frase buscando la más mezquina interpretación politiquera. ¿Benditos cuando os calumnien? Pues qué bien elegido el nombre, Benedicto.
Yo, la verdad, de vaticanólogo tengo poco, me pierdo fácilmente en los arcanos de la Curia, no tenía quinielas y todos esos análisis ideológicos, el obsesivo etiquetaje maniqueo de conservadores y progresistas, me suenan a chino. No es que los Papas no tengan derecho a sus opiniones políticas, entiéndanme, pero éstas tienen tanta trascendencia para su papel de sucesor de Pedro como ser del Barça o del Atleti. ¿Qué peso ha tenido en la doctrina, en el Magisterio, el que tal Papa fuera o no partidario del rey francés o del emperador alemán?
No es difícil, es imposible, explicar coherentemente una realidad en la que no se cree. Si Cristo no ha resucitado o si la Iglesia Católica no es la Iglesia de Cristo, entonces, apaga y vámonos. Pero si Pedro es la roca sobre la que Cristo ha edificado su Iglesia, todos estos comentarios al uso, por sesudos que suenen, no valen más que las palabras de un ciego haciendo crítica de pintura, y en cien o doscientos años resultarán incomprensibles incluso para los no creyentes.
Leyendo, primero, las recientes homilías de Joseph Ratzinger, hoy ya Benedicto XVI, y luego las glosas que de ellas se hacen en los medios, uno se pregunta si tenemos todos delante los mismos textos. El ahora Papa habla constante, machaconamente del mensaje de Cristo, del encuentro con Cristo, volviendo constantemente al punto central de nuestra historia, de la Historia. Y los medios fuerzan el sentido de alguna frase buscando la más mezquina interpretación politiquera. ¿Benditos cuando os calumnien? Pues qué bien elegido el nombre, Benedicto.
3 Comments:
Muy bueno che
Muy bueno!!!
Semanario Alba
‘ALBA’: un semanario de valores y familia
En los últimos años ‘ALBA’ se ha consolidado en los kioscos españoles como el único semanario que aborda los diversos aspectos de la
actualidad desde la perspectiva de los valores y de la familia. Una línea editorial por la que sigue apostando en su nueva etapa, iniciada en 2007, que intensifica la temática familiar y el enfoque positivo de la información. La especialización es un valor publicitario que diferencia al semanario y lo convierte en un vehículo sin competencia para los anunciantes cuyo ‘target’ definido es el grupo familiar.
Publicar un comentario
<< Home