miércoles, mayo 18, 2005

La idolatría de la actualidad

¿Se acuerdan del tsunami, la ola gigante que mató a trescientas mil personas y suscitó una ola paralela de solidaridad internacional? Fue el pasado diciembre, y durante días parecía de mal gusto preocuparse por cualquier otra cosa, todo esfuerzo se nos antojaba insuficiente y cualquier urgencia resultaba justificada. Ahora, casi cinco meses después, quinientos contenedores –la cuarta parte de toda la ayuda enviada a Sri Lanka- siguen sin desembalar. En el puerto indonesio de Medan, 1.500 contenedores permanecen en los muelles muertos de risa. ¿Y a quién le importa? Uno ya se indignó en su momento, cuando la tragedia, se compadeció, escribió a los periódicos y, probablemente, ingresó algún dinero en los fondos de ayuda. Ahora es noticia muerta, periódico viejo y arrugado. Ya no es real.

Sé que queda feo decirlo en un medio de comunicación, pero creo que la obsesión por la actualidad es uno de los peores efectos de la prensa, más profundo y duradero que la televisión basura o el sensacionalismo barato. Decía el poeta francés Charles Peguy que La Iliada es tan novedosa hoy como hace miles de años, mientras que el diario de la mañana es ya viejo por la tarde. Los diarios siguen quedándosenos viejos, pero dudo que muchos hombres modernos tengan paciencia para encontrar novedad en Homero. Nuestra retentiva se mide, como mucho, por semanas, y todo lo que supera ese lapso desaparece de la realidad percibida.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La idea es buena, pero el estilo es pomposo, sobre todo en el segundo párrafo. Me das un poco de asquito...

8:33 p. m.  
Blogger Domus said...

Buen fruto de las ideas claras....El que me parece un poco hueco a hinchado en el Anonymous que comentó antes.

12:53 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

bueno el post, aunque no se a dónde lleva. Aunque puede ser simplemente reflexión libre y gratuita, que es en sí buena, siempre que sea verdadera.
los comentarios de arriba son graciosos. Me parece más sincero e inofensivo el primero que el segundo. Domus: no seas reaccionario y agresivo al pedo. Eso de convertir un mundo tan pequeño e insignificante como es el espacio de comentarios de los blogs (ya de por sí un blog es algo muy pequeño, en varios sentidos) en un miserable campo de batalla de nuestras tonteras es contraproducente. Es muy fácil polemizar en un campo de batallas tan irreal.
Bueno, me parece que te robé mucho espacio. nos vemos...
Martín.

5:50 a. m.  

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