viernes, noviembre 11, 2005

Los réditos de la violencia

Quienes dicen que no se consigue nada con la violencia están, imagino, expresando un deseo. Lo que desde luego no hacen es describir la realidad, mucho más cercana a la máxima de Carlos Marx según la cual la violencia es la partera de la Historia. Pero los periodistas, incluso cuando opinamos, debemos tener mucho cuidado en distinguir entre cómo es el mundo y cómo querríamos que fuese. Y, en el mundo real, la violencia funciona.

Si no, que se lo digan a los vándalos franceses. Jacques Chirac ha declarado que los revoltosos merecen “respeto”. Por su parte, el primer ministro francés, Monsieur de Villepin, ha anunciado una serie de medidas que incluyen la ‘reserva’ de 20.000 puestos de trabajo en la Administración para jóvenes de los banlieues y cien millones de euros adicionales en subvenciones a ‘asociaciones’ de las ciudades-dormitorio de donde partió la revuelta. No parece una medida muy inteligente la de las autoridades francesas, aunque sólo fuera porque está usando como terapia más dosis de la misma enfermedad. Cuando la causa de los disturbios es un grupo demográfico alienado con una tasa de paro entre el 50 y el 60 por ciento y una economía ultrarregulada que restringe la movilidad social, tirar aún más de subsidio es como intentar apagar un incendio con gasolina.

Pero la ceguera de pretender arreglarlo todo con la polvora del rey del erario público es pura clarividencia al lado de lo que supone responder con concesiones y prebendas a la violencia de un grupo que ya ha dejado claro en muchas ocasiones que no siente más que desprecio y rencor hacia el país que les ha acogido. A ver si lo entiendo: yo, joven inmigrante de Clichy-sous-bois, quemo un coche y me gano el respeto del presidente de la Republique, millones en subvenciones y un trabajo seguro de funcionario. ¿No sería comprensible que asociara lo uno con lo otro y que, la próxima vez que quiera conseguir algo, vuelva a quemar todo el parque móvil de París?

Otra frase repetida hasta la saciedad es que la violencia engendra violencia. Bueno, no siempre; a veces engendra miedo y rendición.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy bueno, le pondré un enlace, gracias!

8:41 a. m.  

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