lunes, octubre 31, 2005

Muchas bocas, un solo mensaje

Cuando Santo Tomás dijo aquello de “temo al hombre de un solo libro”, no podía imaginar una época-la nuestra- en la que millones de personas podrían acabar leyendo un solo ‘libro’ encarnado en miles de volúmenes aparentemente distintos, periódicos con diferentes manchetas, televisiones y cadenas de radio.

Las cosas que disputan medios de comunicación presuntamente rivales son nimias comparadas con el amplísimo consenso que comparten sobre la interpretación de la realidad. No deja de ser curioso que la libertad de expresión haya dado como resultado la plana uniformidad de opiniones que padecemos, disfrazada aquí y allá de rivalidades más tribales que verdaderamente ideológicas. Ahora que todo el mundo puede decir lo que quiera, todos los que tienen los medios dicen lo mismo. Y el que disiente es un provocador que incita al odio

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Francamente bueno, realmente lúcido, verdaderamente original. Es un gusto leerte.
Ingelosi

10:47 a. m.  

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