jueves, marzo 30, 2006

De uniforme cerebral (firma invitada)

Un hombre solo, sin familia, educado por el Estado, sin tiempo, sin libertad, sin religión. Ése es el perfil del ciudadano a gusto del gobernante con tendencias totalitarias.

Para evitar que su familia esté bien enraizada y cobije a sus miembros del mimetismo con el ambiente, se le niega la libertad de contraer un matrimonio indisoluble. Su ‘compromiso’ se convierte en el contrato más fácilmente rescindible del ordenamiento jurídico. Se trata, ante todo, de que el ciudadano no piense, o lo haga lo menos posible. Para romper su familia o acabar con la vida de su hijo no nacido sólo hay que rellenar un papel y pasar página cuanto antes, con la mínima información posible.

Para reducir el riesgo de reflexión, se desordena su orden de prioridades, para que el ciudadano dedique todo su tiempo y sus mejores energías a lo secundario. Así, el trabajo inunda su vida hasta convertir el tiempo para leer, cultivarse, tener aficiones o hablar con los suyos en un lujo fuera de su alcance.
Una vez que el riesgo se ha reducido al mínimo, quien se atreva aún a pensar y cometa la osadía de discrepar de la opinión públicamente más respaldada será irremisiblemente conducido a la horca intelectual. Si no, que se lo pregunten a Aquilino Polaino o a Rocco Buttiglione.

Y para sellar toda posible grieta, hay que arrinconar la nota discordante por excelencia: la religión. El Estado dirá qué valores son válidos para favorecer la búsqueda al unísono del bien común. La Religión, que la estudien en el recreo, quienes tengan esas manías contrarias al raciocinio, como el que se interese por la extinción del cangrejo de Wisconsin o el estrés hídrico en la germinación de semillas de maíz..., pero sin perturbar el pensamiento monocolor que tanto gusta a los promotores de cerebros de uniforme.

Sonsoles Calavera

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Soy un admirador de Bosco Suavia y de Cartas...
Me tomé el atrevimiento de colocar su artículo como comentario en un post de un blogero argentino y marxista: aquí, sólo para ver que ocurría. Quería avisar que ha recibido una respuesta.
No hay necesidad de contraatacar y pido disculpas por mi ánimo beligerante e indiscreto.
Mis saludos

8:52 p. m.  

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