miércoles, marzo 02, 2005

Eficacia (Cartas del diablo)

Apreciado Isacarón:

Te alarmas en tu última carta de lo diligente y eficaz que es tu ‘pupilo’ en su trabajo. Idiota. No ves más que amenazas en lo que en realidad son magníficas oportunidades.

El otro día estuve escuchando una conversación en la que, para mi desdicha, dos amigos estaban poniendo por las nubes a un tercero. Pero me animé un poco cuando, al final, ambos concluyeron que lo mejor del sujeto en cuestión es que era "un gran profesional". Si lo mejor que se puede decir de un hombre es que resulta "eficaz", entonces no se le da más valor que a una buena máquina.

Por supuesto, si alguien se dedica a hacer el bien, preferimos que sea ineficaz -aunque tú y yo sabemos que no hay modo de ser ineficaz cuando de verdad se intenta hacer el bien-; pero, puestos a hacer nuestro trabajo, ¡por favor, que sea MUY eficaz!

¿No se dan cuentan de que Hitler era tan eficaz exterminando judíos como Francisco de Asís convirtiendo pecadores; que si un médico puede ser buen profesional curando gente, un asesino a sueldo puede serlo igualmente matando gente?

No intentes convertirlo en un perezoso; no luches nunca contra corriente, apreciado sobrino: hazlo soberbio, y que confunda su soberbia con la ambición profesional; hazlo envidioso, y que se considere competitivo. Haz, sobre todo, que valore su labor y su trabajo hasta tal punto que olvide que es sólo un medio y lo convierta en fin.

Asmodeo

1 Comments:

Blogger Hernan said...

Mis felicitaciones por el uso de sus talentos, incluyendo el literario.
Animo!

7:25 a. m.  

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