martes, marzo 29, 2005

Otra vez las palabras (Carta del diablo)

Estimado Isacarón:

Si no te lo he dicho mil veces, no te lo he dicho ninguna: las palabras. Domina las palabras y habrás dominado los conceptos; determina los conceptos y les tendrás bailando alegremente a nuestro son.

Mira el caso de Terri Schiavo. Todo lo que tienen nuestros aliados son utilísimas palabras. Sin ellas, estaríamos ante el caso de un marido que quiere deshacerse de su esposa para casarse con su amante, con la que tiene dos hijos. Pero sólo DOS palabras nos sirven para dar la vuelta a la situación. Una es "(estado) VEGETATIVO". Es un nombre, absolutamente arbitrario; podían llamarlo lesión cerebral irreversible, parálisis neurológica; yo qué sé. Pero meter de tacón la palabra "vegetativo" nos ayuda a deshumanizar todo el asunto; evoca en los lectores/oyentes la imagen de una alcachofa. Y a nadie ha inspirado nunca sentimientos humanitarios una alcachofa, ¿verdad?

La otra palabra es "desconectar". Es fantástica. Si con la anterior Terri se asimilaba a una alcachofa, con ésta se identifica con una lavadora o un fregaplatos: una máquina. Por supuesto, tú y yo sabemos que un tubo de alimentación no es exactamente una ‘conexión’ eléctrica, que se parece más a una mano que alimenta que a un enchufe. Pero, ¿quién se lo va a decir? Nosotros, desde luego, no.

Nuestro dominio sobre la opinión pública va camino de ser total, y no tendría más que motivos para la satisfacción si no fuera por las horribles pesadillas que siempre me asaltan en estas fatídicas fechas. También entonces creímos tenerlo todo "atado y bien atado"; también entonces nuestra victoria fue total, todos de nuestro lado, Él despreciado, abandonado, odiado y ejecutado en la muerte de un esclavo, de un maldito... Y tres días después toda nuestra victoria quedó en una amarga burla. ¿Para eso nos esforzamos tanto, para eso luchamos en medio de tanta angustia y construimos planes cuidadísimos, para escuchar el insidioso grito: "Yo he vencido al mundo"?