miércoles, diciembre 14, 2005

Malos humos

Las sociedades no se definen tanto por lo que dicen sus medios como por lo que dan por supuesto. Así, en el debate sobre las prohibiciones antitabaco del Gobierno, están los que las aplauden porque el tabaco es nocivo y quienes les parecen excesivas e innecesarias. Echo de menos quienes denuncien lo que, en mi opinión, es la clave: ¿qué pito toca el Estado en este asunto? La idea de que el poder debe reprimir todo lo que es malo y alentar todo lo que es bueno, aunque intuitiva, es degradante y absurda. Degradante, porque implica que los ciudadanos somos menores de edad, incapaces de arreglar nuestros propios asuntos en lo más cercano y pequeño y necesitados de Papá Estado para todo. Y absurdo porque supone pretender que los gobernantes son siempre buenos y benéficos, no abusarán del poder y estarán más preocupados por mi salud que yo mismo. Pero cada vez que apoyamos una ley porque creemos que nos beneficia, tenemos que recordar que estamos aumentando la capacidad de control de la Bestia

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"...en lugar de cambiar la educacuón de sus hombres, cambian la palabra de sus leyes, y con eso, creen haber hecho una revolución..."
Juan Bautista Alberdi

4:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estimado amigo, soy un ferviente lector tuyo, algunas cosas cosas nos unen, vivo en un pais tan bonito, que no entiendo como una persona con tus intereses hasta ahora no se ha dignado a conocer, y mas que nada....
A buen entendedor pocas palabras

Un abrazo de tu ...-

10:26 p. m.  

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